Hace frío, se te mete en el cuerpo y recorre mis huesos. No me abandona. Hemos llegado a la "Navidad". Lo digo entre comillas, si. Lo digo entre comillas porque ya no se puede llamar Navidad a esto.
Antes, la Navidad llegaba con ilusión, no importaba el frío, ya que no podía borrar las sinceras sonrisas que mostraban nuestros rostros. La familia se reunía, reía y cantaba villancicos.
Ahora quizás en muchas familias se sigue haciendo, no digo que no, pero no es lo mismo. Se espera la Navidad más como un negocio para obtener beneficio o para no hacer nada, por puro egoísmo. No se mira tanto al de al lado ni se quiere a las personas cercanas. Una pena.
Espero que los que me rodean sigan tratando la Navidad como se merece.
Un abrazo.
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