Mientras el tiempo te hace perder la noción de la realidad, al despertar cada mañana cual sea el rayo de luz se puede divisar cual es el día de la semana. Cuando ese rayo no acecha, esa luz rutinaria, matutina y energética que te hace despertar de un sueño profundo no emprende un viaje hacia la pared de tu caverna marca un claro y obsoleto domingo..
Un domingo que hoy además se llevó consigo a la luz natural, a los sueños y las sonrisas y a cambio dejó la tristeza del último día de la semana y de la víspera de la rutina.
La lluvia limpió los recuerdos...
Aun queda la resaca de un gran día como el de ayer, creo que necesitaba un día tan mágico que ahora fuese indescriptible.. Y así fue :)
Gracias a todos por haberme hecho sentir el chico más feliz del mundo, pues ultimamente nadie ni nada podía dibujar una sonrisa en mi rostro...
Sin más me despido.
Besos y abrazos para todos
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